En 1999 la Universidad de Salamanca redactó el Plan Director de sus edificios históricos, punto de inflexión en la prevención y conservación del patrimonio universitario. Se asumía la complejidad esencial de los edificios y se apostaba por su restauración integrada.
La institución celebra con una exposición los veinte años de su puesta en marcha. Tras una primera fase, llevada a cabo en 2008 y centrada en la restauración del edificio de las Escuelas Mayores, en febrero de 2012 daba comienzo el proyecto de restauración de la Fachada Rica.
Complementan esta exposición, en la que la Fachada Rica emerge como actriz principal, algunas de las restauraciones, rehabilitaciones e intervenciones llevadas a cabo sobre todo en los últimos cuarenta años en el rico patrimonio arquitectónico del viejo Estudio, tanto en los edificios que integran la Ciudad del Saber cómo en aquellos, colegios o antiguos palacios señoriales, que componen la Ciudad Universitaria y que hoy acogen distintos servicios de la institución. Así, el viejo Estudio salmantino ha sabido seguir la recomendación recogida en el artículo 2 de la Carta de Atenas de 1931: «Mantener, cuando sea posible, la ocupación de los monumentos que le aseguren la continuidad vital, siempre y cuando el destino moderno sea tal que respete el carácter histórico y artístico.