El 23 de abril de 2019 se puso en marcha el primer Espacio Read Maker en la biblioteca municipal de Valdelacalzada en la provincia de Badajoz, un laboratorio donde experimentar el mundo maker y todo lo que implica desde el prisma de la lectura en las bibliotecas públicas municipales.
Ese carácter de aprendizaje experimental comenzó a fraguarse mucho antes de ese día.
¿Qué diseño debe tener el espacio?, ¿qué mobiliario será el más adecuado?, ¿cómo saber el equipamiento preciso?, ¿y después, qué hay que hacer con todo ello?… Imposible contestar a estas preguntas de antemano. Por eso este laboratorio es tan importante, por eso están permitidos los errores, y por eso mismo tendrán tanto valor los aciertos. Asumimos las dudas, los riesgos, los triunfos y los fracasos, porque asumimos de antemano la valentía de un espacio, hoy por hoy, único y que es sinónimo de aprendizaje. Iremos, poco a poco, poniendo calificativos a este proceso de aprendizaje.
Como en cualquier experimento científico que se precie lo primero es marcar los objetivos así que esta noticia está dedicada a ellos, a las metas, a los sueños; ¿inalcanzables?, el tiempo lo dirá.
El primer objetivo ha sido crear este espacio físico abierto a la creatividad y dotado con la tecnología y herramientas para la creación de ideas y proyectos individuales o en equipo.
En este punto ya hemos aprendido cosas relacionadas con la altura de las mesas o las puertas de los armarios, estamos ahora inmersos en testar su equipamiento tecnológico. Aprendizaje de rodaje, de habitabilidad, como cuando comienzas a vivir en una nueva casa y te das cuenta de lo que es práctico y lo que no.
El segundo objetivo, la información y formación a bibliotecarios y usuarios de manera continúa, se está acometiendo desde diferentes frentes.
Inmaculada Moreno Gallego, la bibliotecaria constituyó un grupo de lectores de diferentes edades, niños, jóvenes y adultos, que participaron en dos talleres previos a la inauguración del espacio y en los que vivieron un primer acercamiento al mundo maker de la mano de Carlos Cano Rangel, uno de los profesionales de FabLab Xtreme. Y aquí empezamos a constatar que el Espacio Read Maker, necesita lo ya previsto, un aprendizaje a fuego lento con ingredientes diferentes a una formación exclusivamente maker. Aprendizaje con el maridaje de la lectura y muy, muy colaborativo.
Así que el especialista Joaquín Hernández Sánchez (@joaquinhes), ha diseñado un primer proyecto de dinamización del Mundo Read Maker, con actividades que a la vez que forman a la bibliotecaria dinamizan el espacio alfabetizando tecnológicamente también a los lectores, en esta primera etapa al público infantil. Un aprendizaje, pues, en cadena, sin olvidar el eslabón de experimentación autodidacta de la propia bibliotecaria.
Estamos dando los primeros trazos del ambicioso objetivo, el de la alfabetización tecnológica de los ciudadanos con el objeto de democratizar el acceso a las nuevas herramientas y poder generar una comunidad dentro de la biblioteca que explore su talento creativo en torno a la lectura. Estamos aprendiendo y nos queda mucho, porque se trata de unaprendizaje continuo.
De momento ya tenemos que el aprendizaje experimental en este primer espacio Read Maker está siendo un aprendizaje de rodaje, de habitabilidad, a fuego lento, de maridaje colaborativo, encadenado, autodidacta y continuo.
Y es que esto no ha hecho más que empezar, seguiremos hablando de objetivos y de calificativos…
La información gráfica del día a día (Narración en 360 grados, Historias holográficas…) puede verse en el Facebook Espacio Read Maker de Valdelacalza.